La
presente entrada comprende el Bloque I encuadrado dentro del tema 1, el cual
corresponde con Territorio, Comunidad y municipio.
Rosa
Marí Ytarte (2009): Ciudadanía y educación social. Contextos y espacios
profesionales
- La globalización como idea y como reto desde una perspectiva educativa
Vivimos en un mundo globalizado, en el que
a pesar de ello existen profundas desigualdades de acceso a los recursos, a la
educación y al bienestar social. La globalización, por tanto, es un
espacio plural de conocimiento, comunicación e intercambio económico que
alcanza todos los rincones del planeta, es decir, que los efectos e impactos en
lo social no siempre tienen las mismas consecuencias en todos los lugares y para
todas las personas. La mayor parte de las sociedades están salpicadas de formas
económicas, culturales, lenguajes, problemáticas semejantes, aunque al mismo
tiempo las condiciones de vida se ven afectadas por nuevas formas de pobreza,
exclusión y desigualdad social, debido
a la globalización. Pero en
ocasiones, la idea globalizadora, sirve para
justificar la necesidad de los cambios políticos, programas sociales y planes
educativos. Por todo esto, la globalización-mundialización puede ser entendida
como un proceso social, económico y cultural, que incorpora el intercambio
económico y la inmediatez de la comunicación, el predominio de las formas y los
contenidos de la cultura.
Para Prieto (2005), es necesario oponer a
esta globalización exclusivamente económica las comunidades e identidades
culturales y lingüísticas, el patrimonio cultural y artístico, la creación
cultural, la cultura popular y las culturas locales.
La reflexión que nos plantea el proceso de
globalización desde una perspectiva educativa, sería como democratizarla o como
diversificarla en múltiples direcciones desde procesos sociales y
educativos. Esto quiere decir, capacidad para ocupar el espacio público,
para elaborar y producir cultura, para construirse como ciudadanos y
generar los espacios sociales necesarios para el bienestar y el desarrollo
individual y colectivo.
La Educación Social
reflexiona sobre la acción educativa en el marco de la mundialización, a través
de tres ejes basados en la idea de igualdad y ciudadanía, las cuales señalan
los fines para abordar la tarea educativa:
- Favorecer procesos educativos para una mundialización capaz de impulsar nuevas oportunidades de intercambio y comunicación que favorezcan la participación de individuos y territorios a las redes globales.
- El trabajo educativo puede promover la legitimación de la diversidad cultural y social del mundo, su reconocimiento y puesta en valor como patrimonio humano común, es decir, de su proyección universal.
- La educación vista desde una perspectiva de acción orientada a la consolidación del proyecto de la democracia basado en igualdad y ciudadanía.
Por tanto, se trata de señalar los
itinerarios y los principios desde los que orientar la acción educativa y
favorecer la creación de otras narrativas sobre la mundialización y lo que ésta
significa.
2. Globalización y Políticas Sociales: cuando
todo es empresa
La Educación Social se relaciona a menudo
con la Política Social, que es la acción pública en todos aquellos aspectos que
tienen que ver con el bienestar de los individuos y colectivos en un
territorio. También desde una perspectiva educativa, se refiere a todas
aquellas políticas que favorecen la inclusión y la participación social, la
cultura, la educación y el desarrollo de las comunidades.
Las políticas sociales deben promover condiciones
de bienestar y seguridad, impulsar la capacidad de los ciudadanos para actuar
en sociedad, a través de la participación política y social, la creación
cultural y la implicación activa en los asuntos públicos y sociales. Sin
embargo, el proceso de globalización ha afectado directamente a los principios
que sustentan las políticas sociales.
2.1. Sociedad del Bienestar,
crítica y relevancia de las políticas sociales en el mundo actual
Se pueden definir tres corrientes principales
de oposición al modelo social del Estado de Bienestar:
·
El modelo de Estado del Bienestar pretendía conciliar
el principio de libertad individual y el de igualdad social, ya que la idea de
igualdad hacía que se destruyera el sistema de económico de mercado, al
pretender regularlo.
·
En los modelos socialdemócratas el gasto del Estado en
protección social es excesivo e ineficaz, ya que no resuelve las desigualdades.
·
Defensa de un modelo
social basado en criterios económicos y de mercado para favorecer su eficacia a
través de la competencia.
Resumiendo algunas de las críticas a estas
teorías de la política social en la actualidad la podíamos definir en tres
líneas:
1. La defensa
del interés individual y del mercado como máximos reguladores de la vida
social, siendo las políticas sociales criticadas por concentrar el poder en el Estado.
2. La defensa de la competencia y la eficacia como objetivos
últimos de toda actividad social y económica, señalando que el Estado del Bienestar
es lento e inmovilista y encarece los servicios.
3. La defensa de la iniciativa individual señala que este
modelo sobrecarga al Estado, viéndose incapacitado a largo plazo para responder
a todas las problemáticas sociales. También, favorecía el surgimiento de grupos
de interés y de presión que exigían cada vez más al Estado.
Los
efectos que presentan estas críticas son:
-
El repliegue de
lo público e institucional, basado en la reducción de la intervención estatal o
autonómica en ámbitos sociales.
-
La privatización
de los servicios de bienestar social y el control del gasto a partir de la
reducción de la inversión social.
-
La conversión de
las políticas sociales universales en políticas compensatorias dirigidas a
grupos de riesgo.
-
La
desinstitucionalización, a través de la incorporación de actores en el
desarrollo de las políticas sociales.
-
La introducción
del mercado en las políticas sociales.
Todo
ello tiene que ver con la Educación Social, la
cual se orienta al conjunto de la
población y de los territorios, dotándolos de los recursos, servicios y
equipamientos necesarios para mejorar, de forma progresiva y continua, la
calidad de vida y las oportunidades de sus ciudadanos.
3. Ciudadanía y Educación Social en las
sociedades del bienestar
La ciudadanía es una de las ideas clave, como concepto
o idea educativa supone un reto, una línea de trabajo, un marco teórico desde
el que orientar la práctica educativa. Como deseo, la ciudadanía es un recurso
teórico a partir del cual analizamos las posibilidades de la educación, los
objetivos a largo plazo del sentido de la Educación Social.
Giovanna Procacci (1999), nos recuerda que la
ciudadanía es un proceso que hay que construir, así como un derecho. De este
modo, esta autora nos recuerda los efectos negativos de las políticas sobre el
desarrollo de una ciudadanía plena:
·
La
individualización de la pobreza o de la exclusión social, en que la capacidad
de progreso de la sociedad viene dado del esfuerzo y trabajo individual,
definiendo la exclusión como un problema personal y no como consecuencia de
desigualdades sociales.
·
La
individualización del riesgo, en tanto que las políticas sociales y educativas se
contemplan como acciones que responden a trayectorias individuales.
·
La reducción del ciudadano
al cliente-consumidor, que proviene de entender la ciudadanía como grupos de
intereses que compiten por los recursos sociales y culturales disponibles.
La
ciudadanía es el lugar que estructura y posibilita la igualdad entre los
individuos. También ciudadanía es derecho a la particularidad, es decir, como
derecho a la propia identidad y a las propias formas de pertenencia.
Según
pilar Aznar (2007), el trabajo educativo como derecho de ciudadanía significa
avanzar en cinco ejes:
1.
Ciudadanía
democrática: cultura sin violencia y soluciones sin conflictos.
2.
Ciudadanía
social: contra la pobreza y la exclusión social, cuidado del otro.
3.
Ciudadanía
paritaria: contra la desigualdad de géneros, religiones, culturas.
4.
Ciudadanía
intercultural: respeto a la diversidad, países, sexos, etc.
5.
Ciudadanía
ambiental: responsabilidad y respeto por el medio ambiente.
Es
por ello que la Educación Social tiene un papel muy importante, a la hora de
favorecer la creación de espacios ciudadanos y promover encuentros entre los
individuos.
4. Cultura y espacio público como tarea de la Educación
Social
Borja, J. y Muxí, Z. (2003), establecen
la dimensión de ciudad y ciudadanía, como los nuevos derechos urbanos. Estos
autores configuran dos principios:
· La relación
ciudad-ciudadanía como igualdad político-jurídica. La ciudadanía como estatuto.
La noción de inclusión y de ciudadanía en Educación Social.
· La relación
ciudad-ciudadanía como promesa de los ideales de ciudadanía: lugar de las
libertades, del proyecto y calidad de vida.
Las políticas estatales y municipales
deben dar prioridad al espacio público, tratando de crear una nueva cultura
política de la ciudadanía. Para ello son necesarios varios procesos:
- - Un proceso
cultural
- - Un proceso social
- - Un proceso
político e institucional
En cuanto a la relación Educación Social- ciudadanía,
existen tres ejes desde los que abordar la tarea educativa:
1.
La convivencia, en la que Norbert Bilbeny
define ética intercultural de
convivencia, la cual se apoya en tres
capacidades necesarias para educarnos, con el objetivo de construir un marco
común de acuerdos y valores con respecto a la ciudadanía:
·
Regla de autonomía: estar dispuesto a argumentar las propias opciones y valores.
·
Regla de reciprocidad: incluir al otro en nuestras acciones y decisiones, implica reconocerlo
como un igual.
·
Regla de reflexividad: consiste en tratar de pensar de acuerdo con uno mismo, ya que ello
significa la disposición a entrar en diálogo con otro al que se le reconoce el
mismo lugar y el mismo valor.
Estas tres capacidades chocan con el efecto de los procesos de
uniformización cultural, en primer lugar la ciudadanía pasaría de asumir
nuestra responsabilidad frente al otro, nuestra vinculación con los
conflictos y situaciones de exclusión que se producen en las sociedades
actuales. En segundo lugar, la educación social trabaja para promover la
incorporación, al patrimonio común de la humanidad, desde una perspectiva
abierta dinámica y plural. Y por último, la tarea educativa, respecto de la
cultura.
2. La ciudadanía como desarrollo comunitario:
acción educativa centrada en potenciar espacios públicos, recursos y servicios
de calidad para todo.
3. Una ciudadanía plena implica una calidad en
todo aquello que atañe a la cultura, equipamiento, servicios y convivencia.
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