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domingo, 3 de marzo de 2013


La presente entrada comprende el Bloque I encuadrado dentro del tema 1, el cual corresponde con Territorio, Comunidad y municipio. 

Rosa Marí Ytarte (2009): Ciudadanía  y educación social. Contextos y espacios profesionales

  1.  La globalización como idea y como reto desde una perspectiva educativa

Vivimos en un mundo globalizado, en el que a pesar de ello existen profundas desigualdades de acceso a los recursos, a la educación y al bienestar social. La globalización, por tanto,  es un espacio plural de conocimiento, comunicación e intercambio económico que alcanza todos los rincones del planeta, es decir, que los efectos e impactos en lo social no siempre tienen las mismas consecuencias en todos los lugares y para todas las personas. La mayor parte de las sociedades están salpicadas de formas económicas, culturales, lenguajes, problemáticas semejantes, aunque al mismo tiempo las condiciones de vida se ven afectadas por nuevas formas de pobreza, exclusión y desigualdad social, debido a la globalización. Pero en ocasiones, la idea globalizadora, sirve para justificar la necesidad de los cambios políticos, programas sociales y planes educativos. Por todo esto, la globalización-mundialización puede ser entendida como un proceso social, económico y cultural, que incorpora el intercambio económico y la inmediatez de la comunicación, el predominio de las formas y los contenidos de la cultura.
Para Prieto (2005), es necesario oponer a esta globalización exclusivamente económica las comunidades e identidades culturales y lingüísticas, el patrimonio cultural y artístico, la creación cultural, la cultura popular y las culturas locales.
La reflexión que nos plantea el proceso de globalización desde una perspectiva educativa, sería como democratizarla o como diversificarla en múltiples direcciones desde procesos sociales y educativos. Esto quiere decir, capacidad para ocupar el espacio público, para elaborar y producir cultura, para construirse como ciudadanos y generar los espacios sociales necesarios para el bienestar y el desarrollo individual y colectivo.
La Educación Social reflexiona sobre la acción educativa en el marco de la mundialización, a través de tres ejes basados en la idea de igualdad y ciudadanía, las cuales señalan los fines para abordar la tarea educativa:
  • Favorecer procesos educativos para una mundialización capaz de impulsar nuevas oportunidades de intercambio y comunicación que favorezcan la participación de individuos y territorios a las redes globales.
  • El trabajo educativo puede promover la legitimación de la diversidad cultural y social del mundo, su reconocimiento y puesta en valor como patrimonio humano común, es decir, de su proyección universal.
  •  La educación vista desde una perspectiva de acción orientada a la consolidación del proyecto de la democracia basado en igualdad y ciudadanía.
Por tanto, se trata de señalar los itinerarios y los principios desde los que orientar la acción educativa y favorecer la creación de otras narrativas sobre la mundialización y lo que ésta significa.

2.   Globalización y Políticas Sociales: cuando todo es empresa

La Educación Social se relaciona a menudo con la Política Social, que es la acción pública en todos aquellos aspectos que tienen que ver con el bienestar de los individuos y colectivos en un territorio. También desde una perspectiva educativa, se refiere a todas aquellas políticas que favorecen la inclusión y la participación social, la cultura, la educación y el desarrollo de las comunidades.
Las políticas sociales deben promover condiciones de bienestar y seguridad, impulsar la capacidad de los ciudadanos para actuar en sociedad, a través de la participación política y social, la creación cultural y la implicación activa en los asuntos públicos y sociales. Sin embargo, el proceso de globalización ha afectado directamente a los principios que sustentan las políticas sociales.

          2.1.      Sociedad del Bienestar, crítica y relevancia de las políticas sociales en el mundo actual
Se pueden definir tres corrientes principales de oposición al modelo social del Estado de Bienestar:

·         El modelo de Estado del Bienestar pretendía conciliar el principio de libertad individual y el de igualdad social, ya que la idea de igualdad hacía que se destruyera el sistema de económico de mercado, al pretender regularlo.
·         En los modelos socialdemócratas el gasto del Estado en protección social es excesivo e ineficaz, ya que no resuelve las desigualdades.
·         Defensa de un modelo social basado en criterios económicos y de mercado para favorecer su eficacia a través de la competencia.

Resumiendo algunas de las críticas a estas teorías de la política social en la actualidad la podíamos definir en tres líneas:
1.      La defensa del interés individual y del mercado como máximos reguladores de la vida social, siendo las políticas sociales criticadas por concentrar el poder en el Estado.
2.      La defensa de la competencia y la eficacia como objetivos últimos de toda actividad social y económica, señalando que el Estado del Bienestar es lento e inmovilista y encarece los servicios.
3.      La defensa de la iniciativa individual señala que este modelo sobrecarga al Estado, viéndose incapacitado a largo plazo para responder a todas las problemáticas sociales. También, favorecía el surgimiento de grupos de interés y de presión que exigían cada vez más al Estado.

Los efectos que presentan estas críticas son:
-          El repliegue de lo público e institucional, basado en la reducción de la intervención estatal o autonómica en ámbitos sociales.
-          La privatización de los servicios de bienestar social y el control del gasto a partir de la reducción de la inversión social.
-          La conversión de las políticas sociales universales en políticas compensatorias dirigidas a grupos de riesgo.
-          La desinstitucionalización, a través de la incorporación de actores en el desarrollo de las políticas sociales.
-          La introducción del mercado en las políticas sociales.

Todo ello tiene que ver con la Educación Social, la cual se orienta al conjunto de la población y de los territorios, dotándolos de los recursos, servicios y equipamientos necesarios para mejorar, de forma progresiva y continua, la calidad de vida y las oportunidades de sus ciudadanos.

3. Ciudadanía y Educación Social en las sociedades del bienestar

La ciudadanía es una de las ideas clave, como concepto o idea educativa supone un reto, una línea de trabajo, un marco teórico desde el que orientar la práctica educativa. Como deseo, la ciudadanía es un recurso teórico a partir del cual analizamos las posibilidades de la educación, los objetivos a largo plazo del sentido de la Educación Social.
Giovanna Procacci (1999), nos recuerda que la ciudadanía es un proceso que hay que construir, así como un derecho. De este modo, esta autora nos recuerda los efectos negativos de las políticas sobre el desarrollo de una ciudadanía plena:
·           La individualización de la pobreza o de la exclusión social, en que la capacidad de progreso de la sociedad viene dado del esfuerzo y trabajo individual, definiendo la exclusión como un problema personal y no como consecuencia de desigualdades sociales.
·           La individualización del riesgo, en tanto que las políticas sociales y educativas se contemplan como acciones que responden a trayectorias individuales.
·           La reducción del ciudadano al cliente-consumidor, que proviene de entender la ciudadanía como grupos de intereses que compiten por los recursos sociales y culturales disponibles.

La ciudadanía es el lugar que estructura y posibilita la igualdad entre los individuos. También ciudadanía es derecho a la particularidad, es decir, como derecho a la propia identidad y a las propias formas de pertenencia.

Según pilar Aznar (2007), el trabajo educativo como derecho de ciudadanía significa avanzar en cinco ejes:
1.      Ciudadanía democrática: cultura sin violencia y soluciones sin conflictos.
2.      Ciudadanía social: contra la pobreza y la exclusión social, cuidado del otro.
3.      Ciudadanía paritaria: contra la desigualdad de géneros, religiones, culturas.
4.      Ciudadanía intercultural: respeto a la diversidad, países, sexos, etc.
5.      Ciudadanía ambiental: responsabilidad y respeto por el medio ambiente.
Es por ello que la Educación Social tiene un papel muy importante, a la hora de favorecer la creación de espacios ciudadanos y promover encuentros entre los individuos.

4. Cultura y espacio público como tarea de la Educación Social

Borja, J. y Muxí, Z. (2003), establecen la dimensión de ciudad y ciudadanía, como los nuevos derechos urbanos. Estos autores configuran dos principios:
·        La relación ciudad-ciudadanía como igualdad político-jurídica. La ciudadanía como estatuto. La noción de inclusión y de ciudadanía en Educación Social.
·    La relación ciudad-ciudadanía como promesa de los ideales de ciudadanía: lugar de las libertades, del proyecto y calidad de vida.
Las políticas estatales y municipales deben dar prioridad al espacio público, tratando de crear una nueva cultura política de la ciudadanía. Para ello son necesarios varios procesos:
-           - Un proceso cultural
-          - Un proceso social
-          - Un proceso político e institucional

En cuanto a la relación Educación Social- ciudadanía, existen tres ejes desde los que abordar la tarea educativa:

1.      La convivencia, en la que Norbert Bilbeny define ética intercultural de convivencia, la cual se apoya en  tres capacidades necesarias para educarnos, con el objetivo de construir un marco común de acuerdos y valores con respecto a la ciudadanía:
·         Regla de autonomía: estar dispuesto a argumentar las propias opciones y valores.
·         Regla de reciprocidad: incluir al otro en nuestras acciones y decisiones, implica reconocerlo como un igual.
·         Regla de reflexividad: consiste en tratar de pensar de acuerdo con uno mismo, ya que ello significa la disposición a entrar en diálogo con otro al que se le reconoce el mismo lugar y el mismo valor.
Estas tres capacidades chocan con el efecto de los procesos de uniformización cultural, en primer lugar la ciudadanía pasaría de asumir nuestra responsabilidad frente al otro, nuestra vinculación con los conflictos y situaciones de exclusión que se producen en las sociedades actuales. En segundo lugar, la educación social trabaja para promover la incorporación, al patrimonio común de la humanidad, desde una perspectiva abierta dinámica y plural. Y por último, la tarea educativa, respecto de la cultura.
2.      La ciudadanía como desarrollo comunitario: acción educativa centrada en potenciar espacios públicos, recursos y servicios de calidad para todo.
3.       Una ciudadanía plena implica una calidad en todo aquello que atañe a la cultura, equipamiento, servicios y convivencia.

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